El Molino de Papel se construyó en 1859 y constituye hoy un extraordinario ejemplo de la industria papelera comarcal. El principal papelero de Ibi fue Antonio Martínez Martínez, que vino de Banyeres, y que estuvo entre 1868 y 1888. En 1880 el molino tenía ocho tinas, tres pilas, dos cilindros, cuatro martinetes y una máquina de vapor de seis caballos. En Ibi se comercializaron principalmente libritos de papel de fumar.
Inicialmente el papel se fabricaba de forma manual, hoja a hoja. La materia prima se componía de trapos y papel, que se picaban,para formar una pasta, que se mezclaba con agua y se colocaba en la tina, la cual era como una bañera grande. El operario sumergía un armazón de madera cubierto con una rejilla metálica del tamaño de las hojas. Al escurrir y secarse la pasta, las fibras se entrelazaban de nuevo para formar la hoja de papel.
El molino funcionaba mediante energía hidráulica. El agua de la acequia movía una rueda de palas que al girar ponía en marcha la maquinaria interior. A principios del siglo XX se instaló una máquina de vapor con una gran chimenea de ladrillo.
El molino funcionó hasta 1917. Durante la Guerra Civil se empleó como albergue y posteriormente se arrendaba por partes como vivienda de veraneo.
Hoy pertenece al Ayuntamiento de Ibi.