La afición del pueblo de Ibi a ‘les vaquetes’ dio un paso más a finales del siglo XIX con la construcción de una plaza de toros reglamentaria.El coso taurino de Ibi contaba con la particularidad del aprovechamiento de las fachadas de las casas, formando parte del recinto, utilizándose como gradas y zona de palcos.
La expansión urbanística de Ibi provocó la desaparición de la zona que ocupaba la antigua plaza de toros, aunque pueden apreciarse algunos restos de las estructuras constructivas que la hicieron única.
El Archivo Municipal de Ibi (AMI) cuenta con varios documentos, los más antiguos del siglo XVII, donde queda reflejado la celebración de encierros de toros y vaquillas por las calles de la población, acontecimiento que iba ligado a la celebración de las festividades del municipio.
Las reses, a su llegada a Ibi, permanecían descansando en el río Gavarnera, o bien por la zona de Terol o por la Pileta. El encierro entraba en el pueblo por la Calle de Santa Rita, subiendo por el Ravalet hasta la calle de la Beneficencia por donde entraban a la plaza.