Los yacimientos arqueológicos tanto de época íbera (siglos VI – II a. C) como de época romana (II a. C. – V d. C.) en el término de Ibi se concentran en una franja de terreno de piedemonte, en las laderas de la solana, próximos al barranco de los Molinos y protegidos del viento por la Sierra del Menejador, así como de la cercanía a las principales vías de comunicación. Son estos asentamientos pequeñas explotaciones agrícolas, a modo de caseríos, que mantienen una economía campesina de subsistencia.
La excavación arqueológica del año 2005 en el camino de la Ermita de San Miguel descubrió una pequeña parte de un hábitat agrícola de época ibero-romana (siglos II – I a. C.), es decir, de los inicios de la dominación romana de la península Ibérica.
Destaca de este espacio excavado los muros, suelosy un contrapeso de una prensa agrícola destinada a la obtención de aceite o vino.Entre la cerámica cabe reseñar que lamayoría pertenece a la culturaíbera, con decoraciones de formas geométricas en rojo, siendo en su mayoríarecipientes destinados al transporte y almacenaje,como por ejemplo las ánforas. Las importaciones romanas son escasísimas, lo que puede tomarse como un indicador de la débil penetración de la cultura romana durante este periodoen la zona.